Cuando el pueblo Chino conoció el Kung Fu, probablemente no lo conoció con este nombre, y quizás no le interesó saber cual era su verdadero nombre. Sólo lo conoció y lo aprendió para mejorar su condición de vida. Así se fue dando a conocer a través de las generaciones y dependiendo del lugar en donde se entrenaba se le comenzó a dar un nombre a fin de poder diferenciarlo, ya que con el paso del tiempo cada persona que lo entrenaba le agregaba cosas que lo mejoraba y le sacaba cosas que ya estaban obsoletas.
Esta evolución del Kung Fu, dio paso a varios estilos, los cuales comenzaron a diferenciarse por sus técnicas específicas. Pero aquí debemos detenernos, ya que a pesar de tener técnicas puntuales que los caracterizaban a cada uno de los estilos, nunca olvidaron sus bases comunes y digo bases ya que no existían normas de entrenamiento, si no que, dadas las características del maestro era cómo uno iba avanzando en su aprendizaje, sin ponernos metas finales, las cuales si se miran de un punto de vista muy crítico suelen ser perjudiciales para el desarrollo del Kung Fu.
Volviendo a la evolución de los estilos, estos se diferenciaron de acuerdo a la sabiduría y estudio de sus respectivos maestros, los cuales a través de la teoría del acierto – error, fueron dando forma a lo que hoy en día mal llamamos Kung Fu Tradicional, ya que nuestra forma de entrenar dista mucho de la manera tradicional que se ejecutaba antes.
Por qué hoy en día el Kung Fu no es lo mismo que en los tiempos de los grandes maestros, los cuales desarrollaron este arte marcial?
La respuesta salta a la vista:
Primero : Nuestro entrenamiento (occidental) depende de un llamado programa de estudio, el cual en un par de meses sueles aprenderlo para dar un examen técnico y avanzar de grado.
Segundo : Luego de avanzar unos 6 ú 8 niveles, dependiendo del estilo te gradúas de faja negra, con lo cual tu ego sube más allá de tu cabeza, con lo que ya te sientes un Gran Instructor.
Tercero : El aprendizaje no se da por el grado de sacrificio y estudio personal, si no por el pago de una mensualidad más un pago por derecho de examen.
En este punto me voy a detener, ya que sé que los maestros antes cobraban,y de hacerlo, era lo necesario para vivir, pero a la vez de cobrar ellos no se sentían en la obligación de avanzar de nivel a sus alumnos. Recordemos que antes las escuelas eran probadas a fin de saber cuan bueno era su Kung Fu.
Cuarto : Mientras más formas aprendamos será mejor nuestro Kung Fu.
Quinto : Nuestro entrenamiento no esta dado por el ojo de nuestro corazón, por lo tanto lo que realicemos nunca lo podremos verdaderamente sentir.
Sexto : Diferenciamos el entrenamiento, con lo cual vamos degradando los demás estilos de Kung Fu, sin entender que Kung Fu es uno sólo, sin importar el nombre adicional que lleve.
Este punto es importante, ya que no somos capaces de poder sacar experiencias de nuestros hermanos, lo que nos lleva a poner en un pedestal nuestro estilo y el de los demás lo hundimos en el subsuelo.
Antiguamente, era de poca importancia el estilo, lo que importaba es que entrenabas Kung Fu; el apellido era lo de menos, puesto que todos provenían de una misma raíz.
Séptimo : Si algún tipo de entrenamiento nos suele resultar difícil o aburrido lo desechamos, dando paso a lo fácil y poco costoso.
Octavo : Nos olvidamos que nuestros ancestros nos observan y sólo saludamos por respeto, olvidándonos de pedir permiso para entrenar lo que ellos desarrollaron.
Se podrían enumerar muchos mas puntos, pero la idea no es destacar nuestros errores, sino que a través de un análisis detallado poder avanzar hacia el camino correcto de nuestro entrenamiento personal...
